Los préstamos personales han sido la manera tradicional de financiación por parte de particulares. Sus elevados requisitos han provocado que muchos ciudadanos emplearan otro tipo de créditos, como los hipotecarios para incluir en ellos los gastos vinculados a otros bienes que no eran los inmobiliarios, como coches o viajes. Ahora que las entidades bancarias han endurecido las condiciones para otorgar hipotecas, muchos usuarios vuelven la vista hacia los préstamos personales para financiar compras o gastos.
Qué debo valorar en mi préstamo personal
A la hora de buscar un préstamo personal hay que tener presente una serie de puntos que nos ayudarán a acertar a la hora de escoger entre la amplia oferta presente en el mercado crediticio.
- ¿Para qué quiero el préstamo?
Aunque parezca una obviedad, dado que el solicitante ya lo está planteando, cuestionarse la necesidad de llevar a cabo la petición de dinero es una buena práctica como consumidor; replantearnos su oportunidad y nuestra capacidad para afrontar su devolución. No es lo mismo querer sufragar unos estudios, que comprar un mejor coche. En este sentido la regla de oro es que la suma de todas las cuotas (tarjetas, hipotecas y préstamos) no supere el 35% de los ingresos netos mensuales. Si la solicitud de préstamo aumenta esta cantidad, debemos reconsiderar la solicitud.
- Aprovecha internet
Al igual que ha ocurrido con otros productos y servicios, la aparición de comparadores de préstamos y foros específicos sobre esta materia permite al usuario tener todas las cartas en la mano para ayudarle a tomar su decisión. Utiliza toda esta información para escoger el que mejor se ajusta a tus necesidades y no llevarte sorpresas de última hora; analiza sus condiciones, tipos de interés y plazos y valora la opinión de expertos y otros usuarios. Todas las posibilidades de la web2.0 están a tu servicio, ¡aprovéchalas!
- Estudiar las características de la oferta
Los principales aspectos que debes tener en cuenta sobre los créditos online son los siguientes:
- Importe: aunque no existe un límite legal, lo habitual es que estos préstamos sean de unos 3.000. Dependiendo de la cantidad solicitada, así será el tipo de interés.
- Tipo de interés: es lo que se “lleva” la entidad emisora del préstamo, indica lo que hay que pagarle por prestar el dinero. Los préstamos personales suelen contratarse a tipo fijo, a diferencia de las hipotecas.
- El plazo: es el tiempo durante el cual se irá pagando el préstamo y va desde un mes a varios años, siendo el máximo 10. Hay que tener en cuenta que a mayor plazo más intereses se pagarán.
Una vez se han tenido en consideración todos estos aspectos, se estará en disposición de realizar la solicitud con total confianza tanto de un mini préstamo como de créditos de mayor cuantía con la seguridad de que acertaremos con el producto crediticio seleccionado.
